"Ética, sobre la moral y las obligaciones;
estética, de la belleza y el arte;
y otras cosas..."


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jueves, 17 de agosto de 2023

200 ENTRADAS Y 200.000 VISITAS


Ética, estética y otras cosas... A finales de  2008 abría este espacio en Internet, cuando las redes sociales no eran lo que son hoy en día, y donde un blog me permitía primero expresarme personalmente, posteriormente compartir con un reducido numero de personas, y finalmente abrirme a todo el mundo, no si alguna que otra reserva o cierto temor. Esto último lo hacía cuando ya tenía forma y seguía una línea a seguir, con el título que no ha variado y que responde a tres conceptos o ideas: "Ética, sobre la moral y las obligaciones; estética, de la belleza y el arte; y otras cosas...", siendo otras cosas el gran cajón desastre que lo abarca todo, cosas mías.

Son muchas entradas o posts, más de doscientas, con más o menos acierto, con poca o mucha dedicación, según la motivación y el tiempo disponible, pero siempre intentando gustarme y que guste a quien pueda leer o ver lo que comparto. Y sobre todo han sido muchas alegrías, por saber que personas conocidas y queridas lo ven, por sorprenderme que algunas  entradas estén muy bien posicionadas en Google, y que tengan miles de visitas anónimas. Las visitas han seguido creciendo pese a que la actividad del blog en algún momento haya sido mínima, aunque he de decir que me obligo a mantenerlo y entrar cada que puedo para mejorarlo, reponer vídeos y revisarlo,  hasta el punto de comprobar que en este año de 2023 "Ética, estética y otras cosas..." seguramente superará las 200.000 visitas.

Una confidencia. De las pocas personas que tenía acceso al blog al principio, una era el Director de la Revista Vía Marciala, el recordado Salvador de Quinta Garrobo. En esa época yo trabajaba, como casi siempre desde 2003, fuera de mi ciudad, en este caso en el Polígono Sur de Sevilla. Él me animaba en nuestros periódicos cafés, utreranísimos, a que escribiera en la revista, y yo me negaba por la falta de continuidad y de tiempo, que no de compromiso. Pero seguía escribiendo en secreto,  con la idea de que el blog acumulara material para al menos dos años de colaboraciones. Hoy en 2023 se han publicado trabajos que superan el número de cuarenta. No está mal. Pero he de reconocer que una gran motivación le encontraba en el propio Salvador, y me esforzaba por sorprenderle, por agradarle, por tener su aprobación y/o su crítica. Desde entonces, sigo colaborando, por supuesto, pero de forma esporádica o por encargo casi, de los posteriores Directores de Vía Marciala, Eduardo González de la Peña y José Manuel Rodríguez Ledesma, y alguna que otra vez por deferencia y admiración al Gran Corrector, Poeta y Articulista don Jerónimo Carrasco, mi admirado Benjamín de Petra. Escribir y ser corregido, es un disfrute doble con Jerónimo. Disfruto de sus correcciones y de nuestro habitual intercambio de pareceres del que siempre aprendo. Comparto una de las primeras colaboraciones, con reflejo dual, escrita en papel y también en el blog, lógicamente.


Una curiosidad. Hay una entrada o post muy destacado en número de visitas, algo impensable e inesperado cuando lo escribí allá por 2010 en clave futbolística. 


Otra cosa. Como intento seguir el consejo familiar de ser agradecido, lo agradezco compartiendo la canción de mi idolatrada Norah Jones, Sonrise (Amanecer) y regalando un momento único en directo, de este mismo verano. Se acompaña también la letra con traducción de la canción, para quienes tenemos la necesidad de completar la música con su mensaje o significado. Y no digo más. Solo que seguiré compartiendo cosas mías cada vez que pueda y tenga algo que compartir.


SUNRISE

 

Sunrise

Sunrise, sunrise

Looks like morning in your eyes

But the clock's held 9:15 for hours

 

Sunrise, sunrise

Couldn't tempt us if it tried

'Cause the afternoon's already come and gone

 

And I said, hoo, ooh, ooh, ooh

Hoo, ooh, ooh, ooh

Hoo, ooh, ooh, ooh

To you?

 

Surprise, surprise

Couldn't find it in your eyes

But I'm sure it's written all over my face

 

Surprise, surprise

Never something I could hide

When I see we made it through another day

 

And I say, hoo, ooh, ooh, ooh

Hoo, ooh, ooh, ooh

Hoo, ooh, ooh, ooh

To you?

 

And now the night

Will throw its cover down

Hmm, on me again

Ooooh, and if I'm right

It's the only way to bring me back

 

Hoo, ooh, ooh, ooh

Hoo, ooh, ooh, ooh

Hoo, ooh, ooh, ooh

To you?

 

Hoo, ooh, ooh, ooh

Hoo, ooh, ooh, ooh

Hoo, ooh, ooh, ooh

To you?

 

AMANECER

 

Amanecer, amanecer

Luce como la mañana en tus ojos

Pero el reloj marca las 9:15 horas

 

Amanecer, amanecer

No podría tentarnos si lo intentó

Porque la tarde ya vino y se fue

 

Y yo digo, hoo, ooh, ooh, ooh

Hoo, ooh, ooh, ooh

Hoo, ooh, ooh, ooh

¿Para ti?

 

Sorpresa, sorpresa

No pude encontrarlo en tus ojos

Pero estoy seguro de que está escrito en mi cara

 

Sorpresa, sorpresa

Nunca algo que podría esconder

Cuando veo que logramos pasar otro día

 

Y yo digo, hoo, ooh, ooh, ooh

Hoo, ooh, ooh, ooh

Hoo, ooh, ooh, ooh

¿Para ti?

 

Y ahora la noche

Arrojará su cubierta hacia abajo

Hmm, en mí otra vez

Ooooh, y si estoy en lo correcto

Es la única forma de traerme de vuelta

 

Hoo, ooh, ooh, ooh

Hoo, ooh, ooh, ooh

Hoo, ooh, ooh, ooh

¿Para ti?

 

Hoo, ooh, ooh, ooh

Hoo, ooh, ooh, ooh

Hoo, ooh, ooh, ooh

¿Para ti?








sábado, 3 de diciembre de 2022

NUESTRAS SEÑORA DE CONSOLACIÓN Y EL SEÑOR DE TRAJANO


El fin de semana del 7 y 8 de octubre de 2022 quedará en la memoria de Trajano como uno de sus hitos más relevantes de sus primeros cincuenta años de historia desde su fundación en 1972, efeméride que está celebrando la pedanía de Utrera y que encara su recta final. Emotiva por su sencillez y familiaridad fue la Salida de la Virgen de Consolación el viernes día 7, con Misa y Rezo del Santo Rosario, y muy solemne la Eucaristía y la Salida Extraordinaria del Señor de Trajano, Nuestro Padre Jesús en su entrada triunfal en Jerusalén, distintas y absolutamente complementarias.



En estos segundos veinticinco años desde que en 1997 se celebrara el aniversario del primer cuarto de siglo, han supuesto en Trajano una intensa actividad que trasciende del ámbito meramente religioso. En torno a la Agrupación Parroquial de La Borriquita, creada tras la donación por la Hermandad de la Trinidad de Utrera de su antigua imagen titular, y por supuesto de la mano de la Parroquia de San Pablo, se ha desarrollado una continuada e ilusionante actividad cofrade y devocional que se ha visto complementada por la llegada en 2018 de la Virgen de Consolación, obra del utrerano Sebastián Martínez Zayas, a lo que se ha unido la activa participación de la Asociación de Romeros de Santa María la Blanca, y en los últimos años, el paso del Camino de Santiago de la Vía Augusta con la implicación de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Utrera.





Serían muchas las personas a las que habría que agradecer la culminación de dos días tan apoteósicos y emotivos. Pero si realizamos un pequeño recorrido histórico, es obligado recordar al párroco que recepcionó la Sagrada Imagen de La Borriquita, don Emigdio Jiménez, y que impulsó la Agrupación Parroquial del mismo nombre. También otros párrocos que estuvieron tras su fallecimiento en 2010, entre los que debemos mencionar y reconocer la labor de dos jóvenes sacerdotes utreranos como don Marco Antonio Fernández y don Plácido Díaz, la actividad más reciente de don Francisco Trigo, quien el viernes tras la misa realizó un merecidísimo reconocimiento a la jovencísima Junta de Gobierno de la Agrupación Parroquial, que ha dado el paso definitivo con su constante trabajo, seriedad y devoción, para que sea reconocida como Hermandad de pleno derecho y su integración en el Consejo de Hermandades y Cofradías de Utrera. Como dato numérico, decir que si Trajano tiene en la actualidad 822 habitantes, los hermanos y hermanas de la Borriquita superan el número de 450, es decir, más de la mitad de la población de Trajano pertenece a la Agrupación y próxima Hermandad de la Borriquita.







Dicha Junta de Gobierno, tras el satisfactorio desarrollo de ambas jornadas históricas en Trajano, han querido agradecer a todas aquellas Hermandades, Consejos de Hermandades y Cofradías, Agrupaciones y Asociaciones, que acompañaron a la Sagrada Imagen del Señor de Trajano en la Eucaristía y Salida Extraordinaria, de Los Palacios y Villafranca, Las Cabezas de San Juan, Marchena, El Palmar de Troya, Marismillas, Pinzón, del propio Trajano y Utrera, con la participación del Coro Sión de Las Cabezas de San Juan y la Agrupación Musical Virgen de los Reyes de Sevilla.




Nota: Agradecer a la Revista Vía Marciala de Utrera, a su Director José Manuel Rodríguez Ledesma, y a don Jerónimo Carrasco, tanta amabilidad y generosidad conmigo y con mi querido Trajano. Intentaré devolver con creces tantas atenciones con mis humildes colaboraciones, que muy pronto superarán la cincuentena.


jueves, 30 de agosto de 2018

MIS AMIGOS DEL BALONCESTO













Dedicado al Club Baloncesto Utrera,
a las personas que han hecho que cumpla 50 años. 
¡Feliz cumpleaños!


Llegando el final de verano, fiel a mi compromiso de escribir en clave utrerana en la Revista Vía Marciala, aquí traigo un post de los que más me gustan, donde se dan ingredientes interesantes, donde el deporte va de la mano de la cultura y la educación, y lógicamente ligados a valores y principios.


MIS AMIGOS DEL BALONCESTO


Como viene siendo una pequeña tradición, el mes agosto es para mí una muy buena fecha para escribir lo que Ustedes leerán ya en septiembre, y lo hago en esta especial ocasión con la gran motivación de compartir lo que siento, a modo de singular homenaje, dedicado a mis amigos del baloncesto, como habrán adivinado, al Club Baloncesto Utrera. Además, todo ello, coincidiendo con el número especial de Feria de Consolación 2018, cuando el CBU cumple su cincuenta aniversario y cuando va a recibir el Mostachón de Oro a la Trayectoria, donde la Orden del Mostachón reconoce y premia la extraordinaria labor llevada a cabo en nuestra ciudad durante medio siglo, promoviendo los valores deportivos entre cientos de jóvenes llevando el nombre de Utrera por todas partes, insigne galardón anunciado en el mes de febrero.








Hasta aquí todo muy formal e institucional. Y más, si pensamos en los actos del intenso mes de junio, con Cena de Convivencia, Exposición Fotográfica con motivo de la especial efemérides, con reconocimientos tanto por parte de la Federación Andaluza de Baloncesto, que concedió al club utrerano el Premio Giraldillo en la Gala celebrada en nuestra ciudad, como por parte de la Delegación Sevillana en la Gala de Clausura del Baloncesto en Coria del Río, y todo ello sin olvidar los actos y eventos que aún están por venir. Nada es casualidad, y todos los premios y reconocimientos son más que merecidos. Pero, hay algo más, o mucho más, diría yo. Vamos pues a la parte más informal, o emocional, que también puede decirse. 

Pues verán, mis primeros contactos con el deporte de la canasta empezaron cuando llegué allá por 1983 a Utrera para estudiar el bachillerato. Yo jugaba al fútbol, único deporte que se podía practicar en mi entorno pedáneo (pedanía viene del latín pes, pedis, traducido como pie, y claro, por eso un servidor en tal entorno de a pie sólo tenía ocasión de practicar balón-pie, foot-ball o fútbol vulgaris, y que conste estoy sonriendo mientras escribo esto), hasta el punto de ser uno de los juveniles que fundara la Unión Deportiva Trajano allá por 1986, club que militó y que se mantuvo más de dos décadas en competición provincial. Aunque yo, en honor de la verdad, sobre todo, corría mucho, y empezaba a hacer carreras como diría otro, porque en aquellos tiempos a correr, ahora llamado running, se conocía antes como jogging, y también footing (pies para qué os quiero). En fin, cosas que pasan, como irse por los Cerros de Úbeda. Vuelvo, pues. 

Como decía, por aquellos años de los 80, algunos de mis amigos de los salesianos jugaban a baloncesto, y eran muy buenos, hasta el punto de ser componentes de aquel equipo que logró ascender en 1990 a Segunda División Nacional Senior. Alguna vez me ponía a jugar con ellos, pero con lo altos que eran y lo bien que jugaban, yo no daba una a derechas, vamos, que “no tocaba bola”, por no decir que “era muy malo”, que también puede ser, así que seguí con mi fútbol y mis carreras. Eso sí, cuando ellos jugaban en Utrera y siempre que podía, venía a verlos y con ellos me iba después de los partidos al Currito (bar, o mejor dicho mítica taberna) para disfrutar del llamado tercer tiempo, expresión prestada del rugby, y donde conocí a muchos más jugadores, hoy también amigos, padres de los amigos de mis hijos, porque yo, siempre he tenido amigos de altura, en el sentido amplio de la expresión y no sólo en centímetros verticales. Quizás por eso me siguen invitando cada Navidad al partido de las Ex-Estrellas del CBU, lo que serían viejas glorias en el fútbol, a mí, que nunca jugué federado ni competición ninguna botando el balón, que no sabe lo que es cortar, ni por fuera, ni por dentro, ni marcar en zona ni en individual, pero eso sí, que sigue corriendo, y que sobre todo, no debe ser muy mala compañía, sobre todo en las cervecitas del Currito. De esto último no tengo ninguna duda, porque todo el mundo sabe que hacer deporte sin hidratarse después es muy peligroso. Vamos, que hago maratones para después disfrutar de una cervecita bien fría, y de mis amigos. 

Desde entonces, y no sólo yo, también en pareja y luego en familia, hemos seguido vinculados al mundo del baloncesto en Utrera. Tanto es así que me parece que no hemos faltado a ninguna de las 12 Horas que organiza el homenajeado club, y van para 12 ediciones desde la primera vez que echamos una mano en el propio Colegio Nuestra Señora del Carmen, siempre en la barra del bar, casi siempre en la parte izquierda, donde más lejos se está de la cocina y donde más se anda, o se corre, también. Ese día completo, y algunas veces de noche, han sido jornadas de mucho trabajo físico, pero de gran satisfacción personal, disfrutando de un ambiente espectacular, niños, niñas, jóvenes, adultos, familias enteras, que vienen un día a Utrera a disfrutar de jugar por jugar al basket, para convivir, haciendo amigos, contribuyendo con causas solidarias, siempre con una sonrisa, con expresiones de amabilidad, educadamente, y donde la gente del CBU son los mejores anfitriones. Lo pienso y lo digo, que yo en esos días hasta pagaría incluso por hacer lo que hago. Me trae cuenta en motivación, y como entrenamiento para mis carreras no tiene precio. 

Y qué decir de los entrenadores, delegados, directivos, colaboradores, patrocinadores, jugadores, en masculino y en femenino, pues hay que reconocer que las últimas alegrías deportivas están llegando de la mano de las chicas, todo sea dicho, en una organización no sólo sin ánimo de lucro alguno, sino que todos y cada uno de los que en ella participan en sus distintos niveles y cometidos lo hacen de forma altruista y sin remuneración alguna, todo por amor al arte, por amor al deporte que les apasiona, que nos apasiona. Quizás sea ésta una de las claves de su cincuentenario, de su buena salud, aunque no exenta de dificultades, lógicamente. Porque además, en este club se sigue la máxima de felicitar y elogiar en público, pero también de corregir y asumir errores en privado, como autocrítica constructiva, se reconocen cuando hay problemas, que los ha habido, y se mejora, incluso se intenta y hasta se consigue ser proactivos, adelantándose a las circunstancias adversas, transmitiendo conocimientos y experiencias, multiplicado todo por grandes dosis de actitud e ilusión. Ellos no lo saben, pero esto que digo está más que demostrado, en las clausuras de cada temporada, en la planificación de la siguiente, en las horas que se pasa en el Pabellón Pepe Álvarez durante toda una temporada, en los entrenamientos, en las horas de viajes, en las victorias, en las derrotas, en los equipos de base y en el equipo de liga EBA, en los partidos familiares de Navidad, donde juegan padres y madres con sus particulares, intransferibles y genuinas estrellas del BA-LON-CES-TO. 

Un detalle: cuando en un partido se oyen gritos, silbidos y desaires, desde el CBU se intenta, con educación, evidenciar dicho comportamiento y actitudes “futboleras”. No es mala forma la de hablar, y reflexionar, respecto de que nuestros chicos y chicas lo más probable es que no lleguen a ser profesionales de este deporte, como otros muchos que practican otros deportes minoritarios, por ejemplo el propio rugby o el balonmano, o el atletismo también, donde lo más importante es que crezcan como personas en un ambiente deportivo, compatible por supuesto con el estudio y el trabajo, donde se transmiten valores y principios, donde se persigue y muchas veces se consigue, una auténtica red social, no virtual, sino real como la vida misma. Y algunas señas de identidad: excelencia, liderazgo, integridad, trabajo en equipo, espíritu emprendedor, y además, con respeto, aplaudiendo el buen juego, rivalidad sólo en la pista, con lenguaje correcto, y transversalmente divirtiéndose, porque el baloncesto es diversión. 

La suerte para mí es que sin entender mucho este deporte, donde todo puede cambiar en el último cuarto del partido a pesar de que exista una diferencia abultada en el marcador (en fútbol remontar un 4 a 0 es poco menos que imposible), donde la velocidad y espectacularidad van de la mano, es que mi familia, mi mujer, y mis hijos, uno sin jugar nunca como yo, y el otro jugando desde hace cinco temporadas, tienen entre sus mejores amigos y amigas a personas vinculadas a este deporte de altura, y porque además muchas de ellas no son sólo amigos, sino familia, la familia que tenemos la fortuna de encontrarnos en la vida y que elegimos por decisión propia, la gran familia del baloncesto utrerano. 

¡Buena Feria de Consolación 2018, y buen inicio del nuevo Curso o Temporada 2018/19!


martes, 29 de agosto de 2017

SER BUENA PERSONA


















Me da la sensación de que si se realizara una encuesta a los habitantes de nuestro pueblo que preguntara sobre si se considera una  buena persona, un porcentaje muy alto respondería de sí mismo de forma positiva, subjetivamente. Sin embargo, la realidad  objetiva ya sería otra cosa. Porque pregunta y respuesta no debieran ser sólo individuales, sino más bien colectivas, no sobre un momento concreto en la vida de una persona, sino valoradas en una trayectoria de vida, con un cierto recorrido al menos, en un entorno, o en varios, familiar, profesional, social, y entonces, entonces la pregunta ya no sería tan simple y la respuesta  sería seguramente más compleja y completa, con más matices, o con muchos más criterios de valoración, que no evaluación, pues la vida no debe ser una competición; aunque lamentablemente lo llegue a ser, en muchas ocasiones. 
  
Y todo esto para hablar de una buena persona, aunque estoy seguro que todos estamos pensando en alguien o tenemos en mente a una persona de estas características, siendo conscientes de que cada cual en las distancias cortas es especial, y para gustos los colores. El caso es que a finales de junio, en vísperas de San Juan, la Asociación Empresarial CENSUR (Círculo Empresarial de Negocios Sur) en su V Evento Networking de Convivencia (no hay quinto malo),   junto a ACUCA (Asociación de Comerciantes de Utrera de la Calle Ancha), idearon con muchos cómplices un homenaje/reconocimiento/sorpresa al polifacético Paco Valle (Francisco Vallecillo García, por su padre y por su madre), “en reconocimiento a su trayectoria profesional y empresarial,  espíritu emprendedor y promoción económica, compatible  todo ello con su carácter altruista, solidario, positivo…, de Artista y Buena Persona”. Así reza el texto de moderna placa con soporte de metacrilato con la que fue obsequiado el bueno de Paco, además de otros detalles, pero sobre todo con aplausos, cariño, admiración y agradecimiento.

Pensaba nuestro protagonista que fue contratado para cerrar el evento empresarial, sin saber que él mismo sería protagonista y en sí mismo broche de oro, cuando estando cantando con su hermano Juan al teclado en los postres de dicho evento la canción de Roberto Carlos “Yo quiero tener un millón de amigos”, al final de dicha canción aparecen sus compañeros del grupo Los Mickis, que lo interrumpen y le gastan una pequeña broma diciéndole que se tienen que ir a  actuar a otro sitio.  Paco primero se sorprende, luego se ríe, y finalmente empieza a emocionarse cuando ve cómo van llegando sus padres,  Juan y Pepi, sus hermanos, sobrinos, amigos… y si ya hacía calor aquella tarde, el termómetro subió aún más, pero de otra forma por el momento único e irrepetible que se vivió, y del que damos fe los que tuvimos la suerte de estar presentes. 




Está todo en Youtube (“ACTO DE HOMENAJE CENSUR UTRERA A PACO VALLECILLO” ), y si pueden, les invito a ver el vídeo, pero me gustaría destacar las cariñosas palabras de su amigo Curro Dorado, y la semblanza de Juan Miguel Rivas, miembros de CENSUR,  realizando ambos de manera complementaria el ofrecimiento al merecido homenajeado, visiblemente emocionado. Paco, de la forma más natural y sencilla, recurrió a nuestro paisano Bambino para agradecer el reconocimiento, recordando la letra de una de sus composiciones que dice “Pero yo no tengo prisa, quiero vivir el momento, más vale un rato de risa que veinte de sufrimiento”. 




La vida… Una vez oí a un amigo decir que “hay personas que deberían estar subvencionadas por ser como son, por hacer lo que hacen”. Mi amigo no tiene ningún Premio Nobel ni Príncipe de Asturias, ni falta que le hace, pero se le entiende perfectamente. Eso sí, para finalizar, quería traer dos citas o reflexiones de insignes pensadores galardonados. La primera  es del estadounidense Howard Gardner, neurocientífico y psicólogo (Premio Príncipe de Asturias de las Ciencias Sociales en 2011), que sostiene que “Una mala persona no llega nunca a ser buen profesional. Las malas personas no pueden ser profesionales excelentes. No llegan a serlo nunca. Tal vez tengan pericia técnica, pero no son excelentes. Los mejores profesionales son siempre excelentes, comprometidos y éticos”. Y la segunda es de nuestro Jacinto Benavente (Premio Nobel de Literatura en 1922), que decía que “El único egoísmo aceptable es el de procurar que todos estén bien para estar uno mejor”.

Lo dicho, “ser buen profesional y buena persona es perfectamente compatible”. A las pruebas me remito.

Buena Feria de Consolación de Utrera 2017, y buen inicio del nuevo Curso o Temporada 2017/18.

domingo, 28 de agosto de 2016

OLÍMPICAMENTE


Acabando el mes de agosto, con más calor que nunca, vuelvo a compartir en mi espacio preferido, el que mantengo desde hace ya algunos años, y que últimamente tenía un poco abandonado por cuestiones de prioridad. Pero bueno, ya estamos aquí, nuevamente con una publicación que acaba de salir impresa en la revista Vía Marciala, y que reflexiona un poco sobre los conceptos o lo que debieran significar determinados valores clásicos o intemporales de estos conceptos, al momento actual y siempre. 




Olímpicamente

Pues sí, así es, en un año olímpico además. No encontraba ningún título mejor que éste para  estas cosas que escribo y que Ustedes leerán ya en septiembre. Y lo hago casi al límite del plazo para el cierre de la revista especial de Feria de Consolación 2016, cuando empiezo a ver aros olímpicos y medallas de todos los colores por todas partes. Por un extraño efecto sicodélico de la calor será,  ahora no sé si son aros o medallas o farolillos o mostachones (léase  en clave de carteles de feria y exhornos de casetas por influencia y cercanía de los Juegos Olímpicos, digo yo).

Hecha la introducción a modo de explicación titular, lo cierto es que yo en verdad de lo que quería hablar era de política, y contribuir así aportando mi crítica constructiva sobre la lamentable situación de nuestro país, con un gobierno en funciones al cuadrado, es decir, doblemente en funciones, y que esperemos que no sea en funciones al cubo o de forma triple como haya una tercera cita con las urnas el día de Navidad ¿Se lo imaginan? ¡Lo que nos faltaba! Ir a votar impregnados del espíritu navideño cantando villancicos. A lo mejor, el resultado le gusta más a “nuestra querida” clase política y tenemos por fin gobierno, esa que está viviendo por encima de sus posibilidades y que no está a la altura que se requiere, esa que, dicho sea sin acritud, se podría calificar de irresponsable, irrespetuosa, egocéntrica, electoralista, partidista, lejana, desconsiderada…  Pero paso olímpicamente de seguir hablando sobre la cosa política, de forma olímpica según el Diccionario de la Real Academia, absolutamente según el Espasa Calpe.

Y es que con este verano tan caluroso que estamos teniendo, pasando y soportando, con esa sensación de permanente y bochornoso período electoral marcado por la provisionalidad o interinidad indefinida (valga la incongruencia, así llevamos mucho tiempo ya), junto con la misma sensación que tenemos sobre la difícil situación económica (entiéndase crisis), directa e íntimamente relacionadas entre ambas, ¿qué sería de nosotros los simples mortales sin el entretenimiento analgésico y sin las alegrías deportivas de los Juegos Olímpicos de Río 2016? Ahí lo dejo.

Porque es de mérito y digno de mención lo conseguido por nuestros deportistas, en especial por nuestras deportistas, obteniendo cuatro de nuestras siete medallas de oro (Mireia Belmonte, Maialen Chourraut, Carolina Marín y Ruth Beitia), las medallas de  plata de Eva Calvo, del equipo femenino de Baloncesto, de las chicas del equipo de Gimnasia Rítmica, más los bronces repitiendo pódium de Mireia y Lidia Valentín, pues a la haltera leonesa le entregarán pronto su merecida medalla de Londres por la sanción por dopaje de las rusas.  Todo ello unido a los oros de Rafa Nadal y Marc López, Marcus Walz, Saúl Craviotto y Cristian Toro, la plata de Orlando Ortega, y los bronces de Joel González, Saúl Craviotto nuevamente, del equipo masculino de Baloncesto y del mountain biker Carlos Coloma, colocan a la Delegación Española en puesto 14º del Medallero con 17 medallas olímpicas. 

Ver y sentir cómo compiten nuestros Atletas en sentido amplio es un orgullo, y ver cómo algunos obtienen el premio a su trabajo  y esfuerzo  con algún metal, mucho más, pero ver en lo más alto del pódium a algunos,  a algunas, pues  la mayoría en esta cita olímpica han sido mujeres, ondeando la bandera y con el himno español de fondo, permítanme reconocer en confianza que es de las pocas cosas que a mí emocionan al borde de la lágrima, algo que aún hoy camino del medio siglo de vida no puedo evitar. Porque el espíritu olímpico es eso, el reconocimiento y el respeto al que vence, y también al que participa, que volverá a intentarlo cuando pasen otros cuatro años en un nuevo ciclo, y si lo merece, podrá alcanzar la gloria, compitiendo no contra iguales sino con iguales. 

Como ejemplo y exponente de todo lo anterior, he pensado en nuestra saltadora de altura, la cántabra Ruth Beitia, con un palmarés de 14 medallas internacionales, la última la de oro que la convierte en Campeona Olímpica en Rio de Janeiro 2016, tras haberse retirado en 2012 para ser madre, en pleno equilibrio físico, técnico y mental  a sus 37 años,  siendo felicitada por todas y cada una de sus compañeras con las que competía, con una sonrisa, acordándose luego de todas las personas que la han ayudado, no olvidándose de los malos momentos, pero disfrutando del presente, feliz y agradecida. Cuánto tiene que enseñar Ruth y cuánto tiene que aprender la política del espíritu olímpico, olímpicamente.    












domingo, 28 de diciembre de 2014

CAPACIDAD DE ASOMBRO





“El día que perdemos la capacidad de asombro comenzamos a envejecer”. Así de sencillo, breve y directo. Este sería el mensaje clave, la idea fuerza que me gustaría tener presente en todo momento para el próximo año nuevo, para los próximos tiempos. El objetivo sería recordarlo de forma clara e inequívoca para no caer en esa pérdida de capacidad buscando todo lo contrario, es decir, hay que asombrarse y emocionarse todo lo que sea posible y siempre que se pueda. Y sé que no va a ser nada fácil, lo sé. Pero hay que intentarlo.

Porque en el intento está la posibilidad de alcanzar el éxito o un logro. Hace mucho tiempo aprendí que es importante ponerse metas y objetivos por encima de nuestras posibilidades, pero no imposibles o inalcanzables; por encima, pero cercanas, para eso mismo, para acercarnos cuanto podamos a su consecución. Otra cosa nos llevaría a la más que segura desmotivación y abandono sin intentarlo apenas. En cambio, esforzarnos por alcanzar nuestro cercano y motivador objetivo, nos mantendrá despiertos, atentos, con la tensión necesaria, vivos en definitiva. 

Y es que con la edad, a medida que  se van cumpliendo años, cada vez más nos asombramos menos, lamentablemente. La situación general actual tampoco es que acompañe mucho, la verdad sea dicha. Por poner ejemplo, uno propio mejor, es que cada vez me equivoco menos con las personas, claro que eso es parte de mi trabajo. Tristemente he tenido que concluir y claudicar que no me ha sorprendido tal o cual persona, pero sí que me ha decepcionado. Por eso cuando alguien me sorprende gratamente no dejo de alegrarme, casi emocionarme, aunque me haya equivocado en la previsión. Lo mismo me pasa cuando pasa algo bueno e inesperado, de forma individual o colectiva, que me alegro aún más, porque eso es lo que nos hace falta, alegrarnos un poco y no decepcionarnos tanto.

La capacidad de asombro se tiene intacta en la infancia. Los niños se sorprenden constantemente en el descubrimiento de lo nuevo, por simple que sea, como ver por vez primera pasar un tren, o un avión, y abren los ojos de par en par, dibujan una “o” con sus labios, y se les ilumina la cara. Esa capacidad va unida a la fantasía y a la inocencia, pero poco a poco se va transformando, quizás advertidos ante los miedos de sus mayores,  de la dura realidad, del “ten mucho cuidado”, del “no te fíes de nadie”. Y mira que es bonita esa inocencia, la de la noche de  los Reyes Magos o las visitas del Ratoncito Pérez, o de la cigüeña que trae a tu casa un hermanito, una hermanita, o ambos dos. La que se emociona con un cuento o una marioneta hecha con un viejo calcetín y dos botones.

Pero esa capacidad, y otras, poco a poco van desapareciendo en muchas personas. A algunas les desaparece de golpe. No es el caso de dos personas de las que me acuerdo de mi época de estudiante cuando daba clases particulares de E.G.B. en el siglo pasado, un niño de no más de seis años (hoy un hombre y padre ya), y una mujer de más de sesenta, ya octogenaria (le falta poco para ser bisabuela), y que aprendieron a leer conmigo y que me enseñaron mucho. Antoñito no había forma de que leyera en su cartilla Micho la palabra “churro”: “ch-u…chu, rr-o…rro, chu-rro, y ahora todo junto Antoñito”. Y Antoñito, en él todo gracia y desparpajo, me dijo: “ca-len-ti-to”. Mi cara de sorpresa y alegría sería un poema, y él se ganó un fuerte apretón de manos, casi un abrazo. Valle, casi con vergüenza, me dijo que quería aprender leer, a pesar de su edad, me decía. No fue para mí tan fácil como con Antoñito, pero la satisfacción fue indescriptible cuando mi alumna leyó su primer texto completo, después un cuento y algún que otro libro. Sus caras y la mía eran la misma, la de asombrarnos, emocionarnos, alegrarnos e ilusionarnos, mutuamente. 
  
Alguna vez he recomendado algún libro. En esta ocasión  recomendaré una película, o que se vuelva a ver si se puede. Se trata de la oscarizada “La vida es bella”, de Roberto Benigni, y que cuenta la historia de Guido, Dora y Giosuè, una historia para asombrarse y entrenar la capacidad de, de asombrarnos, digo.


¡Feliz Navidad y Feliz Año 2015! 



martes, 23 de diciembre de 2014

CON EL DESEO DE QUE LE INTERESE





A lo largo de mi vida sólo me han dedicado un par libros o tres, con su correspondiente dedicatoria nominativa por parte de sus autores. No han sido muchos, la verdad, y eso que de libros tenemos unos cuantos de cientos, y de cuentos, cien y cientos.  El motivo puede ser que no soy muy mitómano que digamos, y porque lo cierto y verdad es que siempre me ha dado un poco de vergüenza, pudor, o lo que sea. Por poner un ejemplo, diré que jamás he pedido un autógrafo a ninguna persona famosa, aunque ganas no me han faltado alguna que otra vez, y lo de hacerme una foto, mucho menos. En fin, cosas mías.

Y para un libro que me dedican recientemente, previa adquisición, haciendo mi correspondiente cola, tras una presentación solemne solemnísima, la dedicatoria es: “Para Diego, con el deseo de que le interese este libro. Un abrazo” (Firma ilegible). Que desea me interese, dice el autor. Pues bueno, en eso no se va equivocar el hombre, porque si no me interesara como que no hubiera ido a la presentación y no hubiera comprado su novela. Pero “no” es una palabra  muy corta  y muy contundente. Porque con las referencias que tenía,  yo sabía positivamente,  y estaba más que seguro, que me iba a gustar, y claro está, adelanto desde ya que efectivamente sí me ha interesado, no sea que alguien interprete a priori de forma contraria.




Cuando leí por primera vez la dedicatoria, in situ y delante del novelista, me pareció austera, sencilla y muy modesta. Me sorprendió, un poco, pero no tanto. No sólo por conocer la biografía del autor, su humanista y vasta formación, su dilatada y polifacética trayectoria profesional, sus múltiples publicaciones, sino también porque dedicaba su libro a una persona desconocida, cosa de la que nos olvidamos cuando estamos delante de alguien reconocido o famoso, que como lo vemos frecuentemente en los medios de comunicación, se nos olvida la imposible reciprocidad del trato, su conocimiento y mucho menos el reconocimiento. El autor se llama Antonio Guerra, y su libro “La Mina”.

No piense que voy a hacer ninguna crítica de La Mina. Ya se ha escrito en nuestra revista sobre el autor y sobre su libro, primera parte de una trilogía  que se completará en los próximos años. Diré, eso sí, que es una novela muy especial,  de ficción pero histórica, cercana que trasciende lo local, de verdad como la vida misma, tierna y muy dura a la misma vez,  que va de menos a más, que desde la narración  impersonal o colectiva de un grupo de jóvenes, de forma intencionada  va confundiéndose con la primera persona y muy personal de uno de ellos, para terminar envolviéndote y pensando al final que, efectivamente, nos encontramos ante una novela verdaderamente singular, como  muy bien la define su editor y nuestro querido director Salvador de Quinta.  

Digo que no, pero no puedo. No puedo dejar de comentar algo más. En el libro hay dos personas que dicen algo parecido a lo de mi dedicatoria-deseo del autor. Son dos defensores y amantes de la libertad, maestros o profesores del protagonista, del joven que cuenta la historia, la de su pueblo, la historia que trasciende de lo local. Docentes ambos como lo ha sido, como lo es el propio autor, uno afirma, “…me han interesado mucho estos siete capítulos…”; el otro, casi al final pregunta modestamente tras una poética clase magistral “¿De verdad os ha interesado?”   

“Pues sí, me ha interesado, de verdad, y mucho. También muchas gracias, porque cada vez que la leo me gusta más mi personal y nominativa dedicatoria. Otro para Usted”. 


miércoles, 8 de octubre de 2014

ÁRBOL CAÍDO



La recreación fotográfica se ajusta fielmente a la realidad, o casi. Sólo la primera fotografía no corresponde con el malogrado árbol, ya que se trata de la imagen del ejemplar más parecido que pude encontrar, a no muchos kilómetros de donde se encontraba plantado nuestro singular protagonista.

Las fotos son de un eucalipto (Eucalyptus), cuyo significado etimológico viene a ser  algo así como «bien cubierto». Oriundo de Australia,  concretamente se trata de un eucalipto rojo o eucaliptus camaldulensis, que  junto con el pino, fue muy utilizado en los años 60 y 70  para reforestar, por su crecimiento rápido, pues junto a los chopos, son de las especies más productivas en cantidad de madera. Una nota característica, aunque lo es de casi todas las plantas y árboles, es que se expanden cerca de los cursos de agua. Es considerado como un árbol familiar, que produce muy buena sombra, necesaria en lugares de temperaturas extremas, y que estabiliza bancos de ríos y retiene el suelo. En su contra, pesa el hecho de que están ávidos de agua (alguna vez se han utilizado para desecar pantanos) y también sobre ellos pesa la leyenda de ser "hacedores de viudas", por la frecuencia con que se le rompen y se le desprenden sus ramas, sin previo aviso. 





La introducción "wikipédica" podría explicar de por sí la triste historia de este árbol foráneo nacido y criado en Andalucía, del motivo de su plantación, y de su propio final, porque alguien se encargó de acabar con él (doy fe de que no fue una viuda vengativa), aunque bien es cierto que resistió estoicamente más de viente años en pie cuando estaba más que sentenciado y finiquitado, hasta que el pasado invierno una tormenta con fuerte viento lo hizo caer a plomo derribándolo de forma definitiva, como apiadándose de él. Así es y así lo estoy contando, porque a pesar de que su soledad olvidada y la estampa de su tristeza ha inspirado hasta este artículo en Vía Marciala y unas pocas fotografías, se hace con el objetivo único de que se conozca su historia y para que no se olvide que existe mucho maltrato, no sólo de los humanos hacia sus semejantes, sino también hacia los animales que nos acompañan, y también sobre muchas especies vegetales que nos rodean. 






A mediados de la década de los ochenta, este ejemplar y otros cercanos a ambos lados de una carretera comarcal de nuestro término municipal y colindante con varias fincas rústicas de cultivos, de algodón principalmente, comenzaron a secarse de forma sorpresiva: primero amarilleaban sus hojas y en poco tiempo quedaban totalmente desnudos. Con la misma rapidez con la que actúa el picudo rojo en las palmeras hoy en día, y justificada su desconocida y mortal enfermedad, eran talados y arrancados de la tierra de raíz de forma inmisericorde. "Ya no beberán más agua de riego y los cultivos podrán crecer sin la molestia de este árbol extranjero", pensaría el inductor, autor intelectual que a buen seguro pagaría una mísera cantidad al ejecutor y autor material para conseguir el fin deseado. 

El modus operandi no era otro que agujerear la base del árbol con un taladro de grandes dimensiones (como una sacacorcho gigante) para posteriormente rellenar con gasoil, las veces que hiciera falta hasta  que se secara. Así se encargaría de reconocer el propio sicario de árboles en la barra de un bar con la lengua suelta, pero con pelos y señales del encargo. No me extraña que este sujeto acabara en la cárcel años más tarde, por otros delitos, porque aunque en aquel tiempo no se consideraba estos actos como tales y no existía la protección de la flora, fauna y animales domésticos de nuestro actual Código Penal, yo que aún era un adolescente, consideraba tal acto como innecesario y reprobable, en sus distintos grados de participación.






Es otoño, todo parece languidecer y entristecerse tras el largo verano, pero no quiero acabar de forma negativa ni melancólica, lo que ya es una contradicción en sí misma por el inevitable final. Aún así, nos quedaremos, pues, con una de esas reflexiones anónimas propia de las actuales redes sociales de alguien con mucha más sensibilidad que los humanos de esta historia, alguien que imagina los consejos que podría recibir de un árbol, porque todo el mundo sabe que a quien buen árbol se arrima, buena sombra le cobija: "Párate derecho y orgulloso, recuerda tus raíces, toma mucha agua, sé feliz con tu propia belleza natural, y disfruta de la vida y del aire libre".  




viernes, 25 de julio de 2014

LA HISTORIA, SIN TEMBLOR NI TEMOR



















Tomando prestado de Fernando Sabater el título de uno de sus libros divulgativos sobre la filosofía, comenzaré por decir que es recomendable siempre casi todo tipo de lecturas, pero además, como el momento histórico es el que es (con cambio de monarca incluido), se traen en esta ocasión algunas propuestas de lecturas con la  Historia de fondo y alguna que otra reflexión, histórica, entiéndase.

Paul Preston, el insigne hispanista inglés, heredero de otros ilustres historiadores británicos sobre la Historia de España como Gerald Brenan o Hugh Thomas, defiende que “una historia bien narrada es una delicia”, reconociendo haber aprendido que “el rigor y la disciplina de la Historia no tienen por qué reflejarse en monólogos aburridos”. A Preston se le atribuye la frase “Quien no conoce su historia está condenado a repetir sus errores” y que él cita como refrán. En realidad la cita es del filósofo estadounidense de origen español George Santayana (Jorge Ruiz de Santayana, 1863-1952), quien dijo literalmente que “Los que olvidan la Historia están condenados a repetirla”.

Tengo que reconocer que soy lector de Historia principalmente a través de la novela histórica. Aunque a veces se le atribuyen a estas novelas falta de rigor y de base científica (no se debe generalizar), también es cierto que estas dos circunstancias frecuentemente hacen incompatible que la lectura histórica nos atraiga y nos enganche. Aunque todo puede llegar a ser compatible, sobre todo a través de fórmulas menos académicas y ortodoxas. Por ejemplo, los que ya pasamos de una determinada edad (más de cuarenta, un decir), éramos y aún hoy seguimos siendo fans de los comics de Asterix y Obelix, donde además de reírnos con las cosas de los romanos y los irreductibles galos, también contextualizábamos esa parte de la Historia que fue el Imperio Romano, conocíamos figuras como Julio César o Cleopatra, expresiones latinas, nociones de geografía histórica, y además todo ello casi sin darnos cuenta, sin ningún esfuerzo, y sobre todo, divirtiéndonos.







La equivalencia actual de los comics (y de algunas series de televisión como Érase una vez el hombre), la encontramos hoy en los vídeo juegos, aunque nos cueste mucho más esfuerzo que a nuestros hijos y con cierta dosis de incomprensión/desconocimiento en la dinámica del propio juego/diversión, que todo hay que decirlo. Por ejemplo con la saga de Imperium, se reeditan las grandes batallas de las legiones romanas; con Assasin´s Creed desde las Cruzadas de la Edad Media en Tierra Santa, hasta el Renacimiento Italiano, la Guerra de Independencia Americana o la Piratería del Caribe; con Call of Duty, Medal of Honor, Wolfenstein, la II Guerra Mundial, y con Metal Gear Solid 3 Snake Eater la Guerra Fría y la Crisis de los Misiles de Cuba (Fuente: Javier Gómez Romero).










Dicho todo ello, volvamos a la Historia escrita, la de toda la vida. La propuesta de lectura en realidad son dos: La Pequeña Historia de España y La Pequeña Historia del Mundo, de Manuel Fernández Álvarez y Fernando García de Cortázar respectivamente,  ilustradas ambas por Jvlivs, y editadas por Espasa. En dos estilos diferentes, y no exentos de rigor y respeto por la Historia, cada una de estas pequeñas obras maestras nos dan una visión completa hasta nuestros días de la Historia de España desde las Cuevas a Atapuerca hasta las consolidación de nuestra Monarquía Parlamentaria tras el intento de golpe de Estado, y desde la Antigüedad hasta la llegada del hombre a la Luna. Y todo con el ingenio gráfico del dibujante Jvlivs, ilustrador compartido por ambos prestigiosos historiadores, a todo color y con divertidísimas composiciones históricas. Todo un placer de lectura que puede llegar a ser compartida por toda la familia, pues aunque está pensada para niños, puede llegar incluso a gustar más a los mayores.





Como anécdota, y siempre pensando en Utrera, decir que en la Pequeña Historia de España, de forma expresa Manuel Álvarez Fernández cita a nuestra localidad, cuando en los convulsos tiempos de la I República a finales del S-XIX, refiriéndose al cantonalismo, se produjo la proclamación de independencia en cualquier rincón de España, y así en la pág. 232 cita que “Utrera creyó que era la hora de vengar los agravios que recibía de Sevilla”, refiriéndose igualmente los casos de Coria respecto de Cáceres, y como más llamativo cita el alzamiento cantonal de Cartagena. Curiosidades de cosas que pasaron de verdad en la Historia.

Para terminar, y siguiendo con Utrera en la Historia, me gustaría citar también y recomendar los dos volúmenes editados hasta el momento de la Historia de Utrera, con textos de Rosario Barrera y dibujos de Diego Neyra. Dos volúmenes, patrocinados ambos por Caja Rural de Utrera, el segundo con el apoyo de la Diputación Provincial de Sevilla, que editados por el Ayuntamiento en 1992 y 2003 estoy seguro que algún día se retomará el proyecto para continuar nuestra Historia a partir de Clemente y Enrique de la Cuadra, personajes con los que termina el volumen segundo. 






Como decía Napoleón Bonaparte “La Historia siempre vuelve. Y por cierto, la geografía siempre está”.