"Ética, sobre la moral y las obligaciones;
estética, de la belleza y el arte;
y otras cosas..."


martes, 29 de agosto de 2017

SER BUENA PERSONA


















Me da la sensación de que si se realizara una encuesta a los habitantes de nuestro pueblo que preguntara sobre si se considera una  buena persona, un porcentaje muy alto respondería de sí mismo de forma positiva, subjetivamente. Sin embargo, la realidad  objetiva ya sería otra cosa. Porque pregunta y respuesta no debieran ser sólo individuales, sino más bien colectivas, no sobre un momento concreto en la vida de una persona, sino valoradas en una trayectoria de vida, con un cierto recorrido al menos, en un entorno, o en varios, familiar, profesional, social, y entonces, entonces la pregunta ya no sería tan simple y la respuesta  sería seguramente más compleja y completa, con más matices, o con muchos más criterios de valoración, que no evaluación, pues la vida no debe ser una competición; aunque lamentablemente lo llegue a ser, en muchas ocasiones. 
  
Y todo esto para hablar de una buena persona, aunque estoy seguro que todos estamos pensando en alguien o tenemos en mente a una persona de estas características, siendo conscientes de que cada cual en las distancias cortas es especial, y para gustos los colores. El caso es que a finales de junio, en vísperas de San Juan, la Asociación Empresarial CENSUR (Círculo Empresarial de Negocios Sur) en su V Evento Networking de Convivencia (no hay quinto malo),   junto a ACUCA (Asociación de Comerciantes de Utrera de la Calle Ancha), idearon con muchos cómplices un homenaje/reconocimiento/sorpresa al polifacético Paco Valle (Francisco Vallecillo García, por su padre y por su madre), “en reconocimiento a su trayectoria profesional y empresarial,  espíritu emprendedor y promoción económica, compatible  todo ello con su carácter altruista, solidario, positivo…, de Artista y Buena Persona”. Así reza el texto de moderna placa con soporte de metacrilato con la que fue obsequiado el bueno de Paco, además de otros detalles, pero sobre todo con aplausos, cariño, admiración y agradecimiento.

Pensaba nuestro protagonista que fue contratado para cerrar el evento empresarial, sin saber que él mismo sería protagonista y en sí mismo broche de oro, cuando estando cantando con su hermano Juan al teclado en los postres de dicho evento la canción de Roberto Carlos “Yo quiero tener un millón de amigos”, al final de dicha canción aparecen sus compañeros del grupo Los Mickis, que lo interrumpen y le gastan una pequeña broma diciéndole que se tienen que ir a  actuar a otro sitio.  Paco primero se sorprende, luego se ríe, y finalmente empieza a emocionarse cuando ve cómo van llegando sus padres,  Juan y Pepi, sus hermanos, sobrinos, amigos… y si ya hacía calor aquella tarde, el termómetro subió aún más, pero de otra forma por el momento único e irrepetible que se vivió, y del que damos fe los que tuvimos la suerte de estar presentes. 




Está todo en Youtube (“ACTO DE HOMENAJE CENSUR UTRERA A PACO VALLECILLO” ), y si pueden, les invito a ver el vídeo, pero me gustaría destacar las cariñosas palabras de su amigo Curro Dorado, y la semblanza de Juan Miguel Rivas, miembros de CENSUR,  realizando ambos de manera complementaria el ofrecimiento al merecido homenajeado, visiblemente emocionado. Paco, de la forma más natural y sencilla, recurrió a nuestro paisano Bambino para agradecer el reconocimiento, recordando la letra de una de sus composiciones que dice “Pero yo no tengo prisa, quiero vivir el momento, más vale un rato de risa que veinte de sufrimiento”. 




La vida… Una vez oí a un amigo decir que “hay personas que deberían estar subvencionadas por ser como son, por hacer lo que hacen”. Mi amigo no tiene ningún Premio Nobel ni Príncipe de Asturias, ni falta que le hace, pero se le entiende perfectamente. Eso sí, para finalizar, quería traer dos citas o reflexiones de insignes pensadores galardonados. La primera  es del estadounidense Howard Gardner, neurocientífico y psicólogo (Premio Príncipe de Asturias de las Ciencias Sociales en 2011), que sostiene que “Una mala persona no llega nunca a ser buen profesional. Las malas personas no pueden ser profesionales excelentes. No llegan a serlo nunca. Tal vez tengan pericia técnica, pero no son excelentes. Los mejores profesionales son siempre excelentes, comprometidos y éticos”. Y la segunda es de nuestro Jacinto Benavente (Premio Nobel de Literatura en 1922), que decía que “El único egoísmo aceptable es el de procurar que todos estén bien para estar uno mejor”.

Lo dicho, “ser buen profesional y buena persona es perfectamente compatible”. A las pruebas me remito.

Buena Feria de Consolación de Utrera 2017, y buen inicio del nuevo Curso o Temporada 2017/18.