"Ética, sobre la moral y las obligaciones;
estética, de la belleza y el arte;
y otras cosas..."


sábado, 29 de diciembre de 2018

AÑO 2018, DEL ABATE Y MURILLO


A punto de finalizar el presente año 2018, un año del que no me puedo quejar, sino todo lo contrario, vengo yo también a poner fin a lo que entiendo ha sido un cierre de ciclo, personal y profesionalmente. Para ello aprovecho mi tradicional colaboración con la revista VÍA MARCIALA de Utrera, para reflexionar un poco dualmente,  en un doble plano, entre Utrera y Sevilla, poniendo realidad y también, por qué no, esperanza en que los mejores deseos para el año vinidero se hagan realidad, valga la redundancia. Comencemos pues un nuevo ciclo, año nuevo, y vida nueva.

Año 2018, del Abate y Murillo





Termina ya el año 2018, ¡que vaya año y la de cosas que han pasado, que están pasando! Y no lo digo sólo por lo del Año Cultural del Abate Marchena, del que todavía aún queda recorrido, personaje histórico del que se ha hablado y escrito mucho, un gran desconocido por otra parte.  Pero hay que reconocer que de eso se trataba, y de muchas más cosas, entre los objetivos del promotor municipal, considero. No es mi idea hacer ningún tipo de valoración, porque hay que darle perspectiva y ponderar objetivamente su repercusión y legado, aunque con sus luces y sus sombras, desde el punto de vista cultural en sentido amplio y  con el personaje como hilo conductor en relación con su contexto histórico, el mencionado evento  ha posibilitado interesantísimas expresiones artísticas, sobre todo en forma de conciertos, en sus distintos géneros, algunos de un elevado nivel y con intérpretes de reconocido prestigio, destacando también los ciclos de conferencias, como el de La Palabra a Escena, de la mano de nuestra Caja Rural de Utrera. 

Hablando de personajes y efemérides, como curiosidad observo que en el caso de nuestro paisano el Abate, José Marchena y Ruiz de Cueto, se celebra el 250 aniversario de su nacimiento, pues nació en 1768, a caballo en el Siglo XVIII y el XIX, falleciendo en 1821. Y le tocó vivir “tiempos interesantes”, como decía en una de las mencionadas conferencias del escritor Santiago Posteguillo, por no decir que vivió tiempos convulsos, de cambios, de guerras, de revoluciones, de levantamientos y de constituciones. Les suena un poco, ¿verdad? Pues así es, y nosotros, éste que les escribe y Vdes. que me leen, también somos españoles que estamos viviendo a caballo entre dos siglos, en nuestro caso entre el Siglo XX y el XXI, y mucho me temo que a pesar de que la Historia nos debiera servir para no cometer los mismos errores del pasado, hoy, en la Era de la Información, de la Tecnología y la Comunicación, estamos condenados a seguir viviendo “tiempos interesantes”. Traigo la cita del hispanista Paul Preston para reafirmar mi realista previsión: "Quien no conoce la historia está condenado a repetir sus errores". Con tanta velocidad en internet y lo efímero que parece todo, nuestra memoria se resiente y es muy frágil. Modestamente pienso que hay que seguir apostando por el conocimiento, la cultura, y la educación. Punto a favor del comentado año cultural.

Y superando el ámbito local, muy cerquita nuestra y mirando hacia la capital, en Sevilla se viene celebrando el llamado Año Murillo, habiéndose cumplido 400 años desde su nacimiento en 1617 (falleció en 1682), es decir, que los sevillanos van por el segundo año de celebración, y en verdad que el personaje lo merece, por el gran poder de comunicación a través de su maestría pictórica, referente histórico, que es mucho más que influencer como se dice hoy. 

Y ahora una curiosidad, ¿saben que en la capital de Andalucía existe toda una Barriada de varios miles de viviendas dedicada al insigne pintor de la Escuela Sevillana, que para sus amigos sería Bartomé Esteban? Pues es verdad, aunque no se la conozca mucho por el nombre del artista. En los años 70 se le dio el nombre de Murillo a un conjunto de viviendas plurifamiliares de cuatro plantas, divididos en cuatro sectores, siendo pintados cada uno de ellos con los colores de la paleta del pintor, a saber, amarillo, verde, marón y rojo. En la Barriada de Murillo se les nombra como los pisos amarillos, los verdes, los marrones y los rojos, y deben saber también que esta Barriada, a la que se denomina zona de especial vulnerabilidad social, está situada en el Barrio del Polígono Sur de Sevilla, y que esos bloques pintados con los cuatro colores del pintor son las que dan nombre a las conocidas como las 3.000 viviendas. Además de Murillo, también están las Barriadas de Antonio Machado, Martínez Montañés, Las Letanías, La Oliva, y Paz y Amistad, más de 10.000 viviendas y más de 50.000 habitantes. 

Algún día le contaré más historias de esta zona de Sevilla donde trabajé durante casi seis años, pero como adelanto les diré que allí viven y trabajan personas de todo tipo, la mayoría gente honrada, buenas personas, pero donde también puedo decir que es el lugar donde las administraciones en general han cometido más errores. Mucho me temo que el Año Murillo no está teniendo mucha repercusión ni tampoco se están celebrando muchos actos culturales en la Barriada a la que uno de los maestros del Barroco Español dio nombre. Aunque al menos un grafiti conmemorativo sí hay en los verdes. Menos es nada...

Mis mejores deseos para el nuevo año 2019, y pido para todas las personas que siguen mi blog, mi personal espacio en internet, que tengan salud para seguir compartiendo lo mejor de cada una de ellas en buena compañía, que no es poco.