"Ética, sobre la moral y las obligaciones;
estética, de la belleza y el arte;
y otras cosas..."


sábado, 5 de enero de 2019

¡VIVAN LOS REYES MAGOS!



SS.MM. Melchor de Oriente


















Varios días, con sus respectivas noches, son los que se viven en la Navidad con el Día de Reyes (que no es sólo es día 6 de Enero), el día de la ilusión, el día de la inocencia, el día del los niños y de las niñas. Y de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente por supuesto que también es el día, es su día, porque aunque trabajan mucho estas jornadas, de buena tinta sé que también se lo pasan genial y disfrutan como niños, porque en verdad todos seguimos siendo niños. Todo el mundo sabe que la ilusión de los Reyes Magos es eterna. Y si no, a las pruebas me remito. Vean la página oficial de los Reyes Magos:




Pero es que además, la magia de los Reyes Magos no cesa. Verán, hace más de ocho años escribía, tanto en mi blog como el la revista Vía Marciala, y reflexionaba al respecto, con un relato corto precioso, un sencillo regalo, y que ilustraba con una fotografía de un niño recién nacido, de nombre Diego, en brazos de su padre, mi amigo Francisco.  La foto es esta que les pongo, y el enlace ahí está también.





Y ahora viene lo bueno. Las cosas no pasan por casualidad. Y es que el Rey Melchor, que el día 4 de Enero viernes estaba repartiendo regalitos, caramelos, chupa-chups y gominolas en la Casa Hermandad del Cautivo en Utrera, además de recibir cartas y departir con papás, mamás y sus respectivos descendientes, alguna que otra abuela, abuelo y demás familiares, tuvo la suerte de tener sentado en sus piernas a muchos chiquillos, niños y niñas, alguno ya grandecito también, pero puedo dar fe de que estaba inmensamente feliz porque además se reencontró con el niño Diego, el de la foto, más de ocho años después. Y claro, había que ver la carita del muchachito, pura inocencia, en su real conversación, hasta el punto de descubrir in situ que su majestad sabía muchas cosas de él y de su familia.  Nuevamente me remito a la prueba documental:

Diego y SS.MM. el Rey Melchor
Manolín y SS.MM. el Rey Melchor


La magia de los Reyes Magos es indudable que ha intervenido para que pasen estas cosas, y en primera persona puedo decir que se vivieron momentos inolvidables como los que acabo de compartir, porque aunque nadie me vio, puedo decir que estuve allí, y aunque no hice ninguna foto, me han llegado varias sin haberlas pedido siquiera. ¡No me digan que no es algo mágico!


¡Vivan los Reyes Magos!



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