"Ética, sobre la moral y las obligaciones;
estética, de la belleza y el arte;
y otras cosas..."


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martes, 22 de agosto de 2023

EL FÚTBOL ES DE ELLAS ¡CAMPEONAS DEL MUNDO!




Si en 2010 tocaba hablar mucho de fútbol cuando la Selección Española Masculina se proclamó Campeona en Sudáfrica, no iba a ser menos en este caluroso verano de 2023, en el que la Selección Española Femenina  se ha proclamado brillantemente Campeona del Mundo en Australia.

A diferencia de la selección masculina, que participó en su primer mundial en Italia 1934   (el primer mundial celebrado fue el de Uruguay en 1930) y ganó el mundial en 2010 en su decimotercera participación, la selección femenina debutó en el mundial de Canadá en 2015 donde no pasó de la fase grupos (el primer mundial  que se celebró fue el de China en 1991), participando en  el  de Francia en 2019 donde cayó en octavos de final frente a Estados Unidos, siendo nada menos que Campeona del Mundo en Australia y Nueva Zelanda del presente año 2023, en su tercera comparecencia mundialista.  

Distintos recorridos, distintas velocidades, mucho mérito en todo caso, objetivamente hablando. Porque lo que ha sucedido en ambas gestas e inmensos logros deportivos ha sido la confluencia de mucho talento y mucha competitividad, de dos grandes equipos, Equipos con mayúsculas, de Hombre y de Mujeres.

Podría hablar, escribir más bien, del punto de inflexión (ya lo hice en el caso de los chicos), y pensar que fue la crisis de 2022 en la Eurocopa de Inglaterra, precisamente cayendo derrotada por las anfitrionas en un gran partido, es decir,  una situación casi extradeportiva, la que ha llevado un año después a que España comparezca en este mundial con un bloque, mezcla de veteranía y juventud, con un nivel de tensión y exigencia tal, que tras la goleada en la fase de grupo por parte de Japón (recordar que en Sudáfrica también se perdió contra Suiza), salieron reforzadas, deportiva y anímicamente, hasta el punto de convertirse en merecidísimas Campeonas precisamente ante Inglaterra. 

Profundizando un poco más, se puede decir que tanta dificultad, tantos obstáculos, tanto sufrimiento, renuncias, exigencias, concesiones, experiencia, mucho trabajo, técnico y táctico, y sobre todo muchísimo talento, han logrado lo imposiblemente imaginable hace menos de una década. Todo ha sumado en mi opinión, para que las circunstancias cambiaran, incluyendo la profesionalización del fútbol femenino, con el reciente convenio colectivo, el reforzamiento de estructuras y recursos federativos, la mayor inversión económica de patrocinadores que apuestan por el deporte femenino y la igualdad de género, y parece que todo parece que ha venido rodado, aunque debe haber y seguro que hay mucho trasfondo. 

Me gustaría destacar la buena gestión deportiva, los cambios en los momentos oportunos, reconociendo el magnífico trabajo del seleccionador nacional Jorge Vilda, contra las cuerdas en la referida crisis de 2022, también creció y mejoró para hacer campeón a su equipo, por lo que de algún modo también han influido las jugadoras ausentes, algunas de primerísimo nivel, para que todos y todas se exigieran al máximo y no desaprovecharan la gran oportunidad que se les ha presentado con Brasil, Alemania y Estados Unidos fuera a las primeras de cambio. Y bien que lo han aprovechado.

Por destacar algunas jugadoras, anteponiendo siempre el juego colectivo, la solidaridad y el trabajo de todo el equipo, subjetivamente ahora, me quedaría con la seguridad y buen juego de pie de Cata Coll, la jerarquía de Irene Paredes, la electricidad y golpeo de Olga Carmona, el trabajo incansable y recuperador de Tere Abelleira, la magia y elegancia de Aitana Bonmatí, el criterio y juego de espaldas de Jenni Hermoso y la carrera, la velocidad y el gol de Salma Paralluelo.

¡Gracias por hacernos felices disfrutando del fútbol!

5:41 del viernes 22 de agosto de 2023
Prórroga Cuartos de Final frente a Holanda

Si en 2010 puse la foto del beso de Iker Casillas y Sara Carbonero, en esta ocasión pondré otras instantáneas, la de otro beso con buena estrella, obviando alguna que otra, porque así lo quiero yo, en la confianza de que el tiempo pondrá a cada uno en su sitio. Lo más adecuado y coherente con mi modesta línea editorial será una elegante damnatio memoriae, que dirían los romanos. Recordar, eso sí, lo compartido hace trece años. 

A los pies de Jenni Hermoso Fuentes,
por su padre y por su madre


La Torre del Oro de Olga Carmona

El Mundo es Vuestro

FÚTBOL ES FÚTBOL Y MUCHO MÁS (II)



domingo, 2 de febrero de 2014

LUIS ARAGONÉS, AUTOR DEL PUNTO DE INFLEXIÓN DE LA ROJA















La Roja, así es como el seleccionador Luis Aragonés quiso que se conociera a la selección española. Y lo consiguió. Como igualmente consiguió ganar el primer gran título del fútbol español que se recuerda (el precedente aislado fue allá por 1964, y eran otros tiempos), ganando la Eurocopa de 2008, celebrada en Austria y Suiza.

Ese fue verdaderamente el momento en el que cambió la historia de nuestro fútbol, cuando superamos por fin los cuartos de final, la semifinal (desde Francia en 1984 no se recordaba nada parecido) y en el que vencimos en la gran final: Campeones.

A partir de ese momento, España no sólo tiene un nombre, sino también un estilo, una forma, una filosofía y un carácter, con distintas versiones, como el de Xavi, por nombrar a un jugador, un Gran Jugador, y sin olvidar a Vicente del Bosque, buen profesional y mejor persona, que sigue haciendo historia.


9 MOMENTOS DEL ENTRENADOR QUE NUNCA OLVIDAREMOS (EL HUFFINGTON POST)

MÍSTER, NUNCA FUIMOS JAPONESES (XAVI HERNÁNDEZ)

PUNTO DE INFLEXIÓN. EXPRESIÓN Y SIGNIFICADO


miércoles, 1 de enero de 2014

1,2,3....14






I. Dispuesto a recibir y comenzar el juego.
II. Zafándose de duros marcajes.
III. Driblando hasta el portero si hace falta.
IV. Conduciendo el balón pegado a los pies.

domingo, 8 de mayo de 2011

JESÚS NAVAS, UN FUTBOLISTA ESPECIAL


En Jesús Navas González, natural de Los Palacios y Villafranca, concurre una curiosa paradoja deportiva. Seguramente sean más de una pensándolo mejor, deportivas y personales, pues en Jesús coinciden circunstancias que se podrían calificar de extrañas o irracionales por oposición al sentido común y a la opinión general pero que analizadas y motivadas se pueden considerar como justas, lógicas o conforme a la razón.




No se trata de realizar un estudio psicológico, ni deportivo, ni tampoco personal; ni mucho menos. Se trata de reconocer con esta pequeña reflexión una sincera admiración, y reconocimiento mismo de su figura, valga la redundancia, tanto a nivel personal como deportivo. Por cercanía geográfica, por afinidad rural, por su parquedad en palabras, por su sencillez, por su juventud, y por muchas razones.

Y ahora, en este momento, más y mejor. Cuando posiblemente ya no jugue ningún minuto antes de que acabe esta Liga 2010/11, cuando las lesiones y el cansancio acumulado de la intensidad mundialista le está pasando factura (también a muchos otros), y cuando definitivamente el Sevilla F.C. cerrará ciclo y abrirá otro, parece un momento oportuno para apuntar que Jesús puede ser el punto de unión entre ambos ciclos, parte de la columna vertebral, y si él quiere la médula espinal.

Creo no exagerar. Si se confirma que Frédéric Kanouté no continúa y pone fin a su glorioso ciclo sevillista (el Mejor Jugador Extranjero de la Historia del Sevilla es poco), Jesús asumirá los galones de capitán, de referente, sí digo bien, de referente, pues en él se pueden ver reflejados muchos niños y jóvenes, y más mayores también, y viéndolo a él recordaremos en tiempo presente un reciente pasado de éxitos y que será la base del crecimiento futuro hacia otros ciclos e hitos a conseguir.

Decía hace unos años Thierry Henry, a su llegada al Barcelona, que había un jugador en la liga española que le encantaba cómo jugaba, por su rapidez, su habilidad, su delgadez, su potencia en el disparo y por ser un jugador especial. Y no lo decía a los medios, lo decía a sus amigos ingleses y franceses a modo de comentario personal. Hablaba de Jesús, y cuando lo oí y quién lo decía (Campeón de Europa, del Mundo, de la Champions, de la Premier, Ligue, Liga y el palmarés continua…), me sentía orgulloso, por que sí, como si lo dijera de alguien muy cercano.

Rematando ya, que si no la reflexión se va a convertir en un ensayo filosófico, diré que no puede haber mayor paradoja que aquella en la que un jugador de fútbol vaya a su selección nacional no cuando lo llame el seleccionador, sino cuando él y su entorno consideren que ha llegado el momento adecuado de maduración psicológica para que se produzca la llamada.

Calidad no le falta, extremo derecho el mejor, decisión y precisión dentro del campo sin lugar a dudas, personalidad y fortaleza mental aún con margen de mejora, razonablemente. Jesús Navas, tras debutar con la Selección Española de Fútbol a finales de 2009, en menos de un año se proclamó Campeón del Mundo en Sudáfrica, iniciando en la gran final la jugada histórica del ya mítico gol Iniesta.

Nada más, y nada menos.



domingo, 30 de mayo de 2010

FÚTBOL ES FÚTBOL Y MUCHO MÁS (I)

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“Fútbol es fútbol”. Eso decía allá por 1979 el entrenador yugoslavo Vujadin Boskov. Frase más simple no puede haber, pues parece que necesita ir acompañada de algún gesto o expresión no verbal para ser comprendida o interpretada en un determinado contexto en su utilización o justificación. Parece que por simple tuviera que ser dicha con una ligera sonrisa, un cierto encogimiento de hombros y las manos con las palmas un poco hacia arriba.


Pero el Fútbol es mucho más. Eso lo digo yo, y además lo voy a intentar justificar un poco. Y digo esto porque este mes de mayo que termina nos ha traído una gran alegría, y a mí muchos recuerdos. Alegría porque el Sevilla F.C. ha ganado su segunda Copa del Rey, en Barcelona y frente al Atlético de Madrid, y recuerdos no pocos, porque en momentos como estos uno se explica el por qué de muchas cosas, y la primera por qué soy seguidor del Sevilla.

Hace algo más de treinta años, en la temporada 1979/80, cuando la televisión era en blanco y negro, cuando yo apenas tenía diez años, mi padre y mi tío Cristóbal me llevaron a ver mi primer partido de fútbol en el Ramón Sánchez Pizjuan. Era una tarde espléndida aquella la del domingo 30 de Septiembre de 1979. No sé cuánto les costaría la entrada a ellos, y no sé si pagarían o no por mí, pues además era bastante delgadito y aparentaba seguro menos edad de la que tenía… El caso es que allí nos fuimos los tres desde Trajano, a ver el Sevilla-Español, con entradas en Fondo Banco de Pista (yo no sabía ni lo que era fondo, ni banco ni pista, pero sonaba bastante bien).

Llevaba todo el día bastante nervioso e inquieto. El domingo se me hacía eterno hasta el almuerzo, momento en que nos iríamos a Sevilla. Y el momento llegó, siempre llega, pero bien es cierto que cuanto más se ansía más se valora. Mucha gente por los alrededores del Campo, hoy el Estadio, banderas, bufandas, colores blanco y rojo, algo de azul y blanco pero poco, y empezamos a entrar, y el corazón se me va a salir cuando veo el césped, verdísmo, una explosión de colorido y a mi derecha la Peña de Biri Biri. Me regalan una revista a todo color donde aparece un portero alemán vestido de amarillo, Maier “El Gato”, de los mejores del mundial de Argentina 78, y comienza el partido, y el balón parece blandito y que no duele, no es como con el jugamos en el recreo del colegio, que si le das de cabeza ya te duele ésta para todo el día. ¡Qué bonito, qué emocionante, y yo viéndolo, sintiéndolo todo! ¡Soy el niño más feliz del mundo!

Hoy reconozco que no es que fuera un gran partido, pero el Sevilla ganó 2-1 con goles de los argentinos Bertoni y Scotta, marcando Marañón por el Español. Bertoni, junto con Kempes, ambos ganaron el mundial de 1978, ficharon por Sevilla y Valencia respectivamente, y Scotta, un rubio argentino también que le pegaba al balón con gran potencia y marcaba golazos. Siempre pensé que sufrir un balonazo suyo tendría que ser muy doloroso e incluso traumático. Nunca olvidaré sus nombres, ni por supuesto los de Super Paco, Curro Sanjosé, Rivas, Juan Carlos, Pablo Blanco, Enrique Montero, y también comenzaba su carrera un joven muy alto y delgado que mi padre me dijo que se había criado en Alemania, un chaval de Marchena llamado Antonio Álvarez, hoy Primer Entrenador del Sevilla y el Central-Libre más elegante que haya tenido el Sevilla, que iba como nadie al corte, de cabeza fenomenal, y la sacaba jugando con precisos cambios de orientación, toque al pie, y solvente siempre.

Mi padre me trajo en el descanso una enorme salchicha franfurt, que con mostaza y un pan blandito me pareció la mejor merienda de mi vida. ¡Qué buen olor, y sabor, y con qué ganas y deleite fue degustada! Hoy me parecen más pequeñas estas salchicas, pero reconozco que me encanta comerlas que cada vez que voy al Estadio, que es mucho menos de lo que me gustaría por otra parte, aunque me parece igual de grande, más bonito aún, y todavía se me acelera el pulso cuando voy entrando y empiezo a ver el césped.

Bueno, y todo esto para justificar mi pasión por el fútbol. Pasión que no fanatismo. Después de aquella memorable jornada de domingo, he ido a ver unos cuantos partidos, contra el Madrid en varias ocasiones, aunque recuerdo mucho haber visto a Zidane en el Estadio de la Cartuja; contra el Barcelona, en el debut de Ricardo Serna marcando a Maradona; en la Copa de la UEFA en tiempos de Manolo Cardo y después de Cantatore; en algún octavo de final de copa del Rey, pero sobre todo hay un partido, uno que nunca jamás se me olvidará, ni a mi, ni a mi padre, ni a ningún sevillista, pues fuimos testigos del gol de Antonio Puerta en el minuto 100 del partido contra el Schalke 04 en las semifinales del Copa de UEFA, el día 27 de Abril de 2006, jueves de Feria de Abril en Sevilla.

Ese día, esa tarde, esa noche mágica, con la música del Himno del Arrebato, con los trajes de flamenca en las gradas, con miles de almas animando para que cambiara la historia, y la Historia Sevillista cambió. Ese Gol de Antonio Puerta fue el punto de inflexión, a partir del cual nació una nueva era, un cambio de destino, donde se puede ganar y se gana, donde se puede ser campeón y se es Campeón, donde el trabajo da sus frutos después de muchos años, y donde un deporte, un espectáculo puede ayudar a ser un poco más felices a las personas, y de eso se trata. Te sientes además orgulloso se sentir unos colores, los que siente la persona que te hizo ser Sevillista, y que recibes no como herencia paterna sino como transmisión inter vivos compartida, cariñosa, de amor y respecto, pero sobre todo de deportividad y gratitud.

Hay momentos en los que se toman decisiones, unas cuestan más que otras, pero decidir y conseguir ir con mi padre a ver ese partido histórico del Sevilla, que no fue ni televisado, hacerlo en Preferencia, justo detrás del banquillo local, contra un equipo alemán, y saber y conocer todo lo que vino después con perspectiva de pasado, me parecerá de por vida una de las más acertadas decisiones que desde el punto de vista del futbolístico pude haber tomado, y desde muchos más puntos de vista, también, pues fútbol es fútbol y mucho más.
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