"Ética, sobre la moral y las obligaciones;
estética, de la belleza y el arte;
y otras cosas..."


sábado, 8 de octubre de 2011

PERSONAS

Personas

Tengo apuntada una frase de una película, infantil y de animación para más señas, que dice que "la persona es persona por muy pequeña que sea". Que gran verdad, en estos tiempos, en esta era que nos está tocando vivir de los mercados, de la globalización, del cambio climático, y de muchas más cosas.

El artista utrerano Pedro Hurtado, gran persona a la que admiro y estimo, una noche de hace cuatro años, de vuelta en tren desde Sevilla y después de un día duro, muy duro, me dejó esta perla: "Hay dos palabras que están haciendo mucho daño a las personas: el YO y el TENGO". De mi cosecha añadiría una tercera palabra, el SOY, que también puede llegar a hacer bastante daño, aunque desde un punto de vista no tan material. No olvidaré jamás ni ese día con su noche, ni la sencilla a la vez que profunda conversación con Pedro.

Son dos pequeñas frases sobre las personas, ni mías ni propias, pero de las que me apropio, sin perjuicio, espero, de la propiedad intelectual interpretada en su sentido más amplio. Eso sí, mío es el pequeño mérito de unirlas y presentarlas con una fotografía.


Esta fotografía de personas, fue tomada en la Barriada El Carmen en Utrera, justo hace nueve años. Era una mañana fría, con una ligera brisa que anunciaba una suave lluvia, que nos llegó a mojar a mi y mi amigo Pepe Apresa, que hizo de fotógrafo. Doce de la mañana del día 16 de Octubre de 2002. Ese día visitábamos un solar junto a una vía pecuaria cercana a las vías del tren donde la sociedad municipal PRODUSA iba a promover la construcción de viviendas protegidas, hoy ya construidas por la empresa utrerana PROHERNA. Pues bien, a unos doscientos metros, antes de llegar al solar, en un pequeño descampado donde hoy se encuentra una pista deportiva vallada, allí nos encontramos con esta verdadera estampa; me atrevería a decir que es irrepetible.

Y efectivamente es una estampa irrepetible por dos motivos principales: el primero, porque la liviana construcción ya no existe en lo que sería la esquina del actual campo de futbito; y en segundo lugar, porque sus personajes, las personas que aparecen en la fotografía, ya han fallecido. Paco García a la izquierda hace cuatro meses, y Antonio Chicón a la derecha hace cuatro años. Antonio, que también criaba y vendía pajaritos en la plaza, en sus tiempos se dedicó a la fabricación de ranchos y también hacía pajares, y bien que se nota en el acabado que se aprecia.

Sus familiares recuerdan cómo Paco y Antonio contaban que unos muchachos que pasaron por donde ellos jugaban les habían hecho una fotografía echando una partida de dominó, pero la verdad es que no les creyeron mucho ni por qué motivo les iban a fotografiar en aquel descampado donde pasaban las horas y las horas.

Yo tampoco encuentro explicaciones o motivos, o a lo mejor sí, pero el caso es que aquí está la fotografía, que de verdad existió y que es real. No pierdan detalle alguno, mírenla de forma tranquila. Aprecien sus expresiones, su sincera sonrisa dirigida a otras personas. Y miren sus gorras, el suelo, el techito blanco de plástico, los cañizos, el profesional trenzado y atado de cuerdas, la estructura de madera, el resto del mobiliario, las fichas de dominó. Observen incluso el lugar de los amigos que más tarde llegarán, el espacio y el tiempo que ocupaban y ocuparon otras personas.
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